El primerísimo primer plano va desde el mentón hasta el medio de la frente, el rostro ocupa todo el espacio creando énfasis en la mirada, aislándola, para que el espectador pueda recibir toda la emoción que proyecta.
Esta es la idea para la escena final de Bonnie & Clyde antes de ser acribillados a balazos, donde en un primerísimo primer plano de Bonnie que dura tan solo un segundo le expresa a Clyde cuanto lo ama y, al mismo tiempo se despide de él.
Hacen falta muy buenos actores para poder transmitir todas esas emociones en tan solo segundo.